quarta-feira, setembro 13, 2006

Pasear en verano por cualquier monasterio o iglesia

Placer sólo comparable a pasear una tarde de invierno soleada por el mismo lugar. El silencio fresco que sale de las piedras, que habla y explica historias oscuras de placeres sofocados antes que ni de lejos sean soñados, de frustraciones y miedo de Dios, no me creo rezo pero mira que si se verdad.
No es importante saber quien yace bajo las losas, quienes mandó levantar el edificio, cuanta sudor se derramó entre las grietas de los bloques geométricos , si costó sangre o el dinero que malgastaron hasta que el monumento llegara al final .
Qué santos , obispos o novicios soñaran inutilmente con huir de Dios , ya lo sabéis: quienes huyen de Dios corren en balde.
No importa si es París , Santiago, Palma,València,Burgos , Poblet, Escornalbou, Lisboa, Barcelona , Tomar, Morella o Mafra .
Son los mismos, la misma luz sale de los mármoles ...
Escriptoriums dónde todo se sabe y nada se llama, altares desde donde Cristo mira con decepción (envidia?) a sus fieles,, Claustros (oh los claustros) con pozos y pequeños naranjos dónde festejar los amores mas dulces, cocinas dónde todavía se siento el grito de algun pichón degollado y en voz queda se explican las últimas novedades del pueblo , celdas austeras dónde la mortificación de la carne se insinúa pero no se pone en práctica.
Comedores dónde la voz encantadora recita en latin mil letanías sin mas pretensión que la de engañar el cuerpo, puesto que no hay demasiada carne en el plato para los frailecitos...

Cristaleras por dónde atraviesa el universo entero en tecnicolor. Coros dónde no me puedo resistir y canto, hacia adentro ,pero canto... El trabajo minucioso de los orfebres, las simbologías que tal vez no sean más que bromas de los picapedreros.....
Daos la paz .
Será esto la Paz?
Luísa Muñoz
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